28 de Julio. EN RUTA MANAMBATO-MURAMANGA
El barco rumbo a Manambato parte a las 9, así que
da tiempo a recoger con calma, disfrutar de suculento desayuno (a precio de
reyes!!: 25000 Ary) y a despedirnos del lugar tranquilamente. Hay 5 hoteles
alrededor de este lago, pero desconocemos precios y cómo son las
instalaciones, eso sí, a todos ellos se debe acceder por el mismo espantoso
camino de tierra.
Hoy de día y ya más ubicadas reconocemos como el
barco pasa del lago Ampitabe al canal de Pangalanes para atravesar a los otros
dos lagos: Lago Laakandagy y el lago Rasoamasay, en cuya
orilla está Manambato. Allí nos espera Roland acabando de arreglar el coche
antes de salir. Nos cuenta que en el día de ayer 10 coches atascaron en el
camino y le tocó ir a ayudar en dos de ellos porque no podían pasar y uno de ellos hubo
que empujarlo hasta el pueblo. Cuando un coche se atasca, queda parado en medio
del camino, impidiendo el paso a los demás, así que la solidaridad en este
caso, es obligatoria!!!
Esta vez Roland evita mejor los agujeros y llegamos
tranquilos a la RN2. De todos modos, el coche ha quedado tocado tras el viaje
infernal y se cala continuamente. Roland dice que es del filtro del gasoil y
mañana lo cambiará a ver si es eso… miedo me da que nos deje tiradas el coche a
mitad de viaje….
Paramos a recoger las botas de Gemma en Brickaville
y alucinamos con la reparación que le han hecho… nunca dejarán de sorprendernos
estos africanos… le han dejado unas botas nuevas!! La suela, que pegada no
hubiera aguantado nada, la han cosido! Así que de otra cosa se romperán, pero
de la suela ya no. Nos cuesta la reparación 10000 Ary (2,5€).
En Brickaville, Roland cumple nuestro deseo de
comprar la fruta típica Malagasy; el Pocamel. A nosotros Vahasys nos piden 10000
ary por una fruta, él decide aparcar el coche e ir él solo a buscar la fruta. La
compra por 2000!! Ya les vale. El pocamel es un estilo chirimoya pero algo
menos dulce y más gelatinosa. Está buena.
Le decimos a Roland que queremos comer comida
Malgache, que ya vale de ir a sitios turísticos y se pone súper contento, dice
que es mejor y mucho mucho más barata. Nos para en el restaurante Mirindra, a
mitad de camino de Brickaville y Andasibe. Nos sorprende muchísimo el sitio:
limpio, bonito, bien cuidado, con un montón de camareras todas vestidas con un
delantal rojo de cuerpo completo, súper atentas… Y encima la comida buena y
baratísima. Gemma como Cebú que va acompañado de arroz y una sopa y yo me pido
una comida típica que lleva mandioca verde y cerdo, la cual, por supuesto, la
sirven con arroz y la sopa. Todo esto con una coca cola (casi lo más caro) nos
cuesta 12000 Ary las dos (3€).
Atravesamos de nuevo la cordillera montañosa y de nuevo la llovizna nos acompaña en esta húmeda zona.
Traveler palm tree: proporciona agua para beber en su interior, las hojas hacen de vaso, plato, paraguas o tejado para las casas y el tronco sirve de comida.
En Andisabe Roland nos dice que el hotel que
tenemos reservado está en medio del bosque, a 800 metros por camino
infernal otra vez. Tal y como está el coche, decidimos pasar de la reserva e ir
a buscar otra cosa. Al final, como es pronto, decidimos adelantar camino de
mañana e ir a la siguiente ciudad: Muramanga, así Roland puede buscar filtros y
reparar el coche.
Muramanga ya es una gran ciudad, con muchísimo
bullicio y mucho jaleo hoy sábado. Miramos hoteles en la Bradt y al final nos
quedamos en el Diamond. Es un hotel muy kitch, pero está muy limpio, tiene un
wifi estupendo y se encuentra muy bien ubicado. Además, tiene una pizzería al lado muy
recomendable! Sobre todo por un bollo de crema que venden fabuloso!!
Damos un paseo por la ajetreada ciudad donde nos
observan mientras observamos y aprovechamos para actualizar el blog y descargar
fotos y vídeos.
Mañana de nuevo día de transito: 5 horas de camino
hasta Antsirabe.
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