23-24 de Julio. PARTIDA Y LLEGADA A ANTANANARIVO
Por fin llega el día de emprender el próximo
periplo africano!!
Para no perder las buenas costumbres, vamos el día
anterior a visitar a Carlos y Javier a Romancos. Allí recorremos los campos de
lavanda que inundan Brihuega compitiendo de cerca con la Provenza francesa y
tras la opulenta comida, nos vamos dirección Barajas.
Volamos esta vez con Ethiopian Airlines, que por un
precio muy módico (830 €) nos lleva a Antananarivo con un único trasbordo en
Addis Abeba, que a la ida es de tan solo dos horas. La compañía está bien, es seria, buen
servicio, buenos aviones, aunque la comida deja un poco que desear… Los vuelos
salen prácticamente en horario previsto y llegamos sin problemas a Antananarivo
nosotras y nuestras maletas. Parece que la compañía está en plena expansión,
tratando de hacer de centro de trasbordo para toda África del sur, tal y como
hace Dubai en el norte. El aeropuerto de Addis Abeba está en obras y también en
plena ampliación.
LLegada a Madagascar desde el aire
El aeropuerto de Antananarivo nos sorprende por la
rapidez en las gestiones y la agilidad en los trámites. Es pequeño, pero está
bien organizado y para conseguir el visado no tardamos más de 15 minutos, nada
que ver con otros países africanos donde puedes pasar horas!!!
En la puerta nos espera Olivier para presentarse,
llevarnos al hotel y cerrar el trato económico del alquiler del coche. Muy
amable y risueño nos lleva a cambiar dinero. El cambio en el aeropuerto es el
mejor de todo el país, así que hay que aprovechar para cambiar la mayor
cantidad posible…
Ahora somos millonarias!!! Qué barbaridad! No
sabemos donde guardar semejante cantidad de billetes, si lo ponemos en el
bolsillo interior, parece que estemos embarazadas!!! Y es que 1 euro son 3800 Aryaris.
También aprovechamos el aeropuerto para poner una
tarjeta sim local en nuestro teléfono, así tenemos datos y la posibilidad de
realizar llamadas locales e internacionales desde nuestro móvil a un precio
asequible (10000 Aryaris (2,63€) 1 hora de llamadas locales o 5 min
internacionales).
La ciudad de Antanarivo, con 5 millones de
habitantes, es caótica como todas las ciudades africanas, pero nos sorprende
por un aparente buen nivel de vida, bastante limpieza e incluso algo de encanto!
El acceso a la ciudad está rodeado de arrozales, que, cuando se cosecha el
arroz, aprovechan para tomar la tierra húmeda y hacer ladrillos. Olivier nos va
poniendo al día de cómo está el panorama político/social y bueno, parece que de
momento la cosa está tranquila. En Noviembre tienen de nuevo elecciones
presidenciales, veremos qué pasa.
Dormimos en el Underground Madagascar, un hotel
tipo Youth Hostel con buen ambiente de backpackers y habitaciones
agradables. La comida es mexicana, a
base de burritos, fajitas, etc. Por
30000 Ary (8€) cenamos las dos con cerveza. Probamos la primera 3 horses y la
verdad que está rica…
Mañana hemos quedado a las 6.30, así que a las 7 ya
estamos en la cama.
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