Bueno, llegó el último día de viaje y la tristez nos acompaña… no nos apetece llegar a Tana porque eso significa el final de nuestro estupendo viaje. De Ambrosita a Antsirabe hay apenas 1,5 horas, que Roland se toma con calma. Paramos continuamente a hacer fotos de cebús arando (llevamos todo el viaje buscando esa foto), las terrazas, la obtención de arena del río para construcción… Hacemos igualmente las últimas fotos de mercados en las poblaciones que atravesamos... Gemma y Roland están especialmente habladores y a mí me invade un poco la nostalgia. Se ha entablado una buena relación y nos va a dar pena dejarle. Es un conductor-guía bueno y experimentado que ha hecho muy bien su trabajo, pero además, con su especial forma de ser, nos ha hecho sentirnos cercanas a él. Paramos a comer en Ambatolampy, a mitad de camino entre Antsirabe y Tana. Despedimos el viaje comiendo estupendamente en un hotely una carne de cebú
Comentarios
Publicar un comentario