7 de Agosto. RANOMAFANA NP
Hoy
toca caminata por Ranomafana National Park, uno de los lugares más visitados de
Madagascar, como así lo atestigua la marabunta de coches que abarrota el
parking. Cada grupo va con un guía y un oteador, que irá por delante buscando
dónde se encuentran los lémures para avisarle al guía donde debe de ir para
encontrarlos. Nosotras vamos con Erina y su sobrino, que es nuestro oteador.
Erina es una Betsileo sonriente y encantadora que nos ofrece un montón de
información sobre flora y fauna y otro montón que le preguntamos nosotras sobre
otras miles de cosas.
Hemos
decidido realizar una ruta que lleva 4 o 5 horas y te lleva por un bosque
secundario donde es fácil ver lémures bambú y otras 6 especies de lémures
diurnos. Hace un día soleado y maravilloso y los caminos están secos y muy bien
preparados. Hay que recordar que es un rainy forest, así que llueve muchos días
al año! El camino no se hace pesado, aunque hay algunas subidas un poco
pendientes, pero es muy agradable caminar en un bosque tan frondoso y fresco.
Fruta que nace directamente del tronco de los árboles. Según Erina, esto solo ocurre en los rainy forest.
Orugas tipo procesionaria
De
las siete especies de lémures diurnos que se pueden encontrar en el parque,
vemos 5: Golden bambú lémur, Grey bambú lemur, Red belly lemur, Sifaka and Brown lémur. Gracias a los oteadores se encuentran con facilidad, aunque con
dos o tres valdría para todos los turistas que estamos, ya que cuando ven un
grupo se avisan entre ellos y vamos todos juntos al mismo sitio… Pero no me importa porque es mano de obra
para la zona y más dinero en propina que se sacan.
Los
lémures están totalmente acostumbrados a los turistas y aunque a veces los ves
a mucha distancia porque no bajan de las copas de los árboles, lo normal es que
los puedas ver muy bien. Uno de los Grey bambú lémur nos deleitó con un
acercamiento casi de contacto!! Primero los vimos en las altas copas de unos
árboles, pero un momento determinado decidió bajar y no solo nos dio unas
imágenes estupendas comiendo bambú, también se nos acercó hasta casi tocarnos!
Muy chulo, la verdad.
Estos lémures son endémicos de este parque y solo se
pueden encontrar aquí, cuando se descubrieron en 1987 se pensaban extinguidos,
pero ahora están totalmente recuperados. El 80% de su alimentación es a base de
bambú, el Grey bambú cómo principalmente el tronco de los bambús jóvenes y el
Golden come las hojas. La alimentación la complementan con otros frutos y
flores.
Golden Bambú Lémur
El
bosque de bambú es también muy chulo. Crecen hasta 5 cm al día hasta que
encuentran la luz del sol (en este bosque requiere bastante tiempo porque los
árboles son muy altos), luego se doblan hacia abajo, hacen una floración y se
mueren. Los Grey bambú lemur que se comen los brotes pequeños mantienen estos
bosques en equilibrio.
Hay
mucha gente y nos amontonamos alrededor de los lémures, pero el trabajo de
nuestro oteador es también buscarnos un buen “spot” para nuestras fotos. En
esto nuestro amigo se esmera! Buscándonos lugares casi imposibles para obtener
la mejor imagen, así que se gana una buena propina.
Bebé sifaka de 2 mese
Bebé sifaka de 2 meses
Sifaka
Sifaka
En esta época del año existe la posibilidad de ver bebés sifakas, ya que sus partos se producen en junio julio. Nosotras somos muy afortunadas y vemos en dos ocasiones en dos parques diferentes.
Después de ver todos los lémures se sube por un camino un poco empinado para llegar a un view point donde echamos un bocado a base de estupendo jamón serrano español! Importante apuntar que es conveniente llevar también almuerzo para el guía y el oteador porque sino van a estar mirando mientras comemos… en eso, nuestro querido Roland, que está en todo, nos compra 4 panes para que compartamos el almuerzo.
En
el view point tenemos la oportunidad de ver una mangosta que la tienen los
guías medio amaestrada y viene a buscar la comida que le echan…
La bajada es corta y en menos de media hora estamos ya en el parking donde nos espera nuestro estupendo conductor; Brum Brummmmmm
Son
las dos y daría tiempo de sobra para ir a las piscinas termales, pero hoy
cierran por limpieza… vaya…. Así que nos duchamos y nos vamos al Arboretum, un
centro cercano a la ciudad donde han plantado árboles procedentes de todo el
planeta y te dan una vuelta de una o dos horas explicándote las diferencias entre
unos y otros y mostrándote algunos camaleones que tienen en el centro
amaestrados.
El
chico que nos guía es encantador y nos reímos mucho con sus ocurrencias, es
como un niño grande disfrutando un montón de las posibilidades que le ofrece su
trabajo. El sitio solo por la belleza del lugar, merece una visita.
Miracle
fruit! Gemma prueba esta fruta pequeñita que hay que chupar como si fuera un
caramelo durante aproximadamente un minuto para que luego te puedas comer un
limón a bocados y te parezca súper dulce. No solo le funciona con el limón,
también con la cerveza que nos tomamos un buen rato después y que le sabe a
gloria!!
Después
del arboretum nos quedamos en el pueblo paseando, tomando cerveza y jugando al
scrable. Luego cenamos en el Grenat, gracias de nuevo a la intervención de
Roland… la verdad que es muy cómodo ir con este chófer-guía!!
Resulta
que tienen el hotel lleno y solo tienen sitio para sus clientes, así que nos
dicen que no nos pueden dar de cenar. Preguntamos en todos los restaurantes de
la pequeña villa y en todos nos dicen algo parecido, así que vamos a buscarle
al bar donde está tomando algo con otros guías para decirle que nos lleve al
hotel… allí uno de los guías le dice que alguno de los clientes del Grenat no va a ir a cenar, así
que nos acompaña y al final podemos cenar allí… y menos mal!! Que maravilla de
cena! Sopas fabulosas y un pollo con salsa de coco exquisito! De ahí a dormir,
que estamos muertas!
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