2 de Agosto. PN TSINGY TSINGY
Madrugamos para emprender pronto el entretenido
trip que nos espera hoy. Aunque Roland, muy encantador, se ha ido a las cinco a
comprarnos las entradas del parque porque hay mucha gente y así no tendremos
que hacer cola. Viene a recogernos a las 7 y tras una hora de camino de tierra
al estilo Malagasy, llegamos a uno de los parkings del Grand Tsingy.
Es importante aclarar que hay varias rutas que se
pueden hacer en este parque:
- El pequeño
Tsingy: dicen que si haces el grande, no merece mucho la pena, además,
como está cerca del pueblo, no hay animales, así que solo ves naturaleza.
- Paseo en canoa: no
lo hemos hecho, así que no podemos opinar, pero la gente combina el paseo
en canoa con el circuito corto del gran tsingy por la tarde.
- Gran Tsingy
corto: son 3-4 horas y combina paseo en bosque con subida a tsingy, puente
colgante y algo de cuevas.
- Grand Tsingy
largo: 8 horas (aunque dicen 6). Se empieza en un parking y se acaba en
otro. Se combina un precioso paseo por bosque frondoso lleno de lémures y
otros animales con dos circuitos de tsingys y uno de cuevas muy largo.
Nosotras hicimos éste último y a pesar
de su dureza, sobre todo pensando que íbamos con un pie lesionado, nos
encantó!!! En realidad no pedimos hacer éste, pero como nunca te acabas de
aclarar con esta gente, nos llevaron al largo sin explicarnos que había uno más
corto. El caso es que como no sabíamos qué era lo que nos esperaba, lo fuimos
haciendo sobre la marcha y el esguince de Gemma respondió de maravilla!!
El trayecto es súper entretenido porque
es muy variado y no se hace nada pesado. Primero es como una hora de bosque
precioso, con un camino muy cómodo en el que vamos viendo algo de flora y mucha
fauna: lémur marrón, el sifaka o lémur blanco, el red tail spot, que aunque es
nocturno lo vemos durmiendo en su agujero, la jumping rat y unas mariposas
absolutamente increíbles!!! Nunca habíamos visto tan enormes y tan preciosas!
Jumping rat.
Lémur marrón con cría.
Sifaka.
Liana símbolo del amor para los sakalava. Cuando se casan cortan un trozo de esta liana y la dejan en casa como símbolo del amor eterno que les une. Es el equivalente a nuestro anillo.
Tsingy Tsingy significa andar de
puntillas y se les puso este nombre a estas cumbres porque los Vazimbas que
colonizaron esta zona iban descalzos y para no hacerse daño andaban de
puntillas sobre las rocas. Gerand, el guía, nos cuenta que en la estación
lluviosa él viene descalzo a los Tsingy, porque con las botas es mucho más
resbaladizo. Parece mentira que se pueda andar descalzo por un sitio así!!!
Tras el paseo por el bosque comienzas
una ruta circular de ascenso a los tsingy. El ascenso no es fácil, pero está
asombrosamente bien preparado, con piedras clavadas a la roca en cada lugar
donde debes poner el pie y sirgas para que te ancles en cada paso complicado (te dan un arnés al comienzo del tour). El lugar es asombroso, nunca habíamos visto algo así y nos encanta el paisaje
que ofrecen todos estos pináculos puntiagudos de una piedra caliza que se ha
vuelto negra por la oxidación del sol.
En este primer recorrido ya pasamos un
puente colgante, que a mí, no sé por qué, pero me impresiona bastante.
La bajada se hace también por roca, con
ayuda del las sirgas y los anclajes, pero es relativamente fácil. Después de
bajar se hace un nuevo trayecto en bosque, donde paramos a comer. Allí
conocimos a un grupo de españoles muy majos, con los que coincidiríamos en
varias ocasiones los días posteriores y hasta compartiríamos alguna que otra
cerveza J
Después de la comida comienza el
circuito de grutas. Como te llevan un poco sin saber, no te haces a la idea de
lo que te espera. Estaríamos mínimo dos horas, subiendo y bajando, pasando por
agujeros minúsculos y disfrutando los Tsingy desde dentro. Aquí se ve
claramente el origen calizo de la piedra, que al no darle el sol, es blanca y se
deshace en un polvo blanco que parece harina. Así salimos del lugar, que parece
que nos hayan rebozado para echarnos a la sartén!!
Algunos pasos son realmente estrechos.
Al acabar las grutas y cuando ya
creemos que somos incapaces de dar un paso más, nos espera la segunda subida a
los Tsingy, esta vez nos unimos al circuito corto del Grand Tsingy, que es
mucho más comercial, así que dejamos de estar solos con los Madrileños para
encontrarnos con todo el turismo que viene a la zona y que no entendíamos dónde
se habían metido!
Comienza segundo ascenso.
La silla de la reina.
Ahora ya aprieta el calor y en varias
ocasiones hay que esperar a que pase la gente por los pasos estrechos y se hace
un poco pesado. No obstante Gemma sigue de maravilla, yo diría que incluso
mejor que yo! Nadie diría que hace 15 días se hizo un esguince grado 2. De
hecho los Madrileños no consiguen entender cómo vamos tan rápidos con la coja
subiendo y bajando como una cabra! Germond, el guía que llevamos, (te asignan
guías privados por cada grupo) es un chico joven y encantador con una paciencia
infinita, que ayuda a Gemma muchísimo en todo el trayecto. Tanto nos gusta que
le damos 20000 de propina y se pone súper contento! Luego nos dice Roland que
es guía nuevo de este año y que se ha esforzado mucho para conseguir este
puesto, ya que estuvo trabajando en los ferrys y con el dinero que sacó se fue
a estudiar a Morondava y éste es su primer año como guía él solo, así que aun
nos alegramos más de la propina que le hemos dado!!
Entre otras muchas cosas curiosas, nos
cuenta que los sakalava cortan los termiteros enteros y se los llevan a los
poblados porque con las termitas dan de comer a los pollos y con el material de
construcción que ellas utilizan lo unen a heces de cebú y hacen las casas.
El final del trayecto es bosque y
sabana hasta llegar al parking donde nos espera paciente Roland. Allí nos
encontramos con Rafa, el chófer que nos recogió del aeropuerto y que resulta
ser el que les lleva a los Madrileños… son todo coincidencias con estos chicos!
Nos saluda muy alegremente, es un muchacho encantador.
Muertas pero satisfechas nos dejan en
el hotel donde cenamos copiosamente y nos vamos a descansar.
Realmente, como habíamos leído en los
foros, los duros días de viaje para alcanzar los Tsingy merecen MUCHO MUCHO la
pena. De momento, punto estrella del viaje.
HISTORIA SAKALAVA VAZIMBAS
Nuestro guía en el parque nos cuenta la historia de
cómo llegaron a esta tierra los Sakalava. Los primeros indonesios se instalaron
en la meseta central de Madagascar, seguramente la zona más fértil. En los
siglos XVII y XVIII llegaron los Portugueses y trajeron esclavos procedentes de
Senegal. Al principio se vivió en armonía en la zona, pero en un momento dado los
esclavos se sublevaron y se instauró una reyerta que los expulsó en busca de
sitio seguro hacia el oeste del país. Así acabaron instalándose en la zona de
los Tsingy, que les permitía protegerse de los ataques y era una zona rica en
caza, pesca y agricultura. Al principio vivían en el interior de las cuevas y
fue posteriormente cuando se crearon los poblados.
En realidad el origen de los negros de Madagascar
debe de ser una mezcla de los esclavos senegaleses con las personas que
llegaron desde Mozambique en embarcaciones.
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